El uso del acero en la construcción viene creciendo a niveles insospechados: en gran parte porque ofrece la posibilidad de generar estructuras más eficientes y más sustentables (de hecho estamos hablando del material más reciclado y reciclable del mundo), pero también porque el acero se ha vuelto una tendencia que “sale de la estructura” para generar espacios de vanguardia.
En Casa Living pudo verse un gran ejemplo: el departamento intervenido por Ideï Arquitectura fue pensado como un espacio para una ingeniera que justamente trabaja en energías renovables, y allí el acero se luce en superficies donde tradicionalmente se han empleado otros materiales.
“El acero está presente en diferentes sistemas constructivos. Entre ellos aparece el ‘steel framing’ pero también existen paneles de acero y sistemas mixtos, que incluyen tanto steel framing como el sistema húmedo”, explica el vicepresidente comercial de Ternium Argentina, José Del Boca.
"El acero es un producto cien por ciento reciclable: se puede usar y volver a usar infinita cantidad de veces."
¿Qué es el steel framing? Un método constructivo que utiliza de perfiles de acero galvanizado en lugar de las estructuras tradicionales (como hormigón o mampostería) por otra. Este “esqueleto estructural” se arma prácticamente igual que un mecano, tras lo cual se completa con paneles de roca yeso. Es un sistema ágil, versátil, liviano, flexible y sustentable, y permite obtener calidades superiores a los de la construcción tradicional, ya sea para edificar íntegramente una vivienda o un edificio de baja altura o realizar entrepisos en obras que ya existen ya que convive perfectamente con otros sistemas.
“El acero es un producto cien por ciento reciclable: se puede usar y volver a usar infinita cantidad de veces. De hecho el acero que empleamos puede haber formado parte de un vehículo o una heladera”, señala Del Boca, y recalca que el uso en decoración viene creciendo “porque es un material que por su versatilidad permite crear sin límites”.
La construcción en acero permite flexibilidad a la hora de diseñar, también confort termoacústico y la posibilidad de llevar adelante obras limpias, rápidas y de gran racionalidad constructiva.
“Entre las ventajas lo primero que se suele mencionar es la rapidez en la construcción –dice Del Boca-. Con la edificación en seco se puede llegar a construir en períodos de seis meses, sobre todo en lugares donde el clima es exigente respecto a los tiempos”.
Otra de las ventajas más apreciadas es la previsibilidad, tanto en los tiempos como en el costo, ya que se sabe de antemano qué cantidad de perfiles y materiales se necesitarán para la obra que se diseñó.
Por último, aunque no menos importante, aparece la sustentabilidad, porque el sistema de construcción en seco permite aumentar la aislación térmica en el medio de los paneles de yeso y así poder mantener una diferencia térmica entre afuera y adentro. “Esto se refleja inmediatamente en el consumo de energía de quienes habitan la vivienda”, afirma el ejecutivo.
Y agrega: “Hace tiempo que el acero aporta en las construcciones la parte estructural. Y últimamente esta cada vez mas presente en fachadas y en decoración. En Casa Living queda claro que los profesionales de la arquitectura y el diseño piensan en el acero para crear revestimientos, muebles y todo tipo de objetos”.
Content LAB es la unidad de generación de ideas y contenidos de LA NACION para las marcas con distribución en sus plataformas digitales y redes sociales. Este contenido fue producido para un anunciante y publicado por el Content LAB. La redacción de LA NACION no estuvo involucrada en la generación de este contenido.
Copyright 2022 SA LA NACION | Todos los derechos reservados
Descargá la aplicación de LA NACION. Es rápida y liviana.
¿Querés recibir notificaciones de alertas?
Ha ocurrido un error de conexión