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Recreación de la Catedral de Málaga, con el proyecto de cubierta a dos aguas diseñado por los arquitectos Juan Manuel Sánchez La Chica y Adolfo de la Torre Prieto. / SUR

No todos los días entra en el departamento de urbanismo de un ayuntamiento la solicitud de licencia de obras para construirle el tejado a una catedral. Pues bien, eso es lo que ha sucedido este jueves en el caso de la Gerencia Municipal de Urbanismo de Málaga, que ha recepcionado la documentación oficial del Obispado para que se tramite el permiso que dé luz verde de forma definitiva a la realización de la cubierta proyectada por los arquitectos Juan Manuel Sánchez La Chica y Adolfo de la Torre Prieto para el primer templo de la diócesis. Así, este jueves fue un día histórico que tendrá su continuidad cuando el Ayuntamiento firme la concesión de esta licencia de obras.

La intención de los responsables municipales es que la autorización al tejado a dos aguas –que sigue las trazas del que el arquitecto Ventura Rodríguez dejó dibujado en 1764– pueda evacuarse cuanto antes. Así lo expresó a SUR el concejal de Ordenación del Territorio, Raúl López, quien anunció que el proyecto se va a remitir de forma inmediata a Bomberos para que emita el informe correspondiente en materia de seguridad y contra incendios. No obstante, los técnicos de la diócesis ya se reunieron meses atrás con miembros de este cuerpo para avanzar en el análisis de las cuestiones que tenían que ser corregidas, por lo que lo más probable es que el pronunciamiento oficial de Bomberos se reciba en un plazo breve.

«Vamos a poner todos los medios para analizar la documentación aportada cuanto antes», aseguró López, quien recordó que el proyecto ya ha pasado por una autorización previa de la delegación de la Consejería de Cultura. En ese permiso, la Junta reclamó que, antes de la construcción del tejado, se retire primero la 'segunda piel' de ladrillos que se aplicó a la parte exterior de las bóvedas en 2008 para «descargar de peso las bóvedas y arcos, facilitar la ejecución de la estructura y evitar la realización de cuantos trabajos de demolición sea posible una vez realizada la cubierta». Bajo esos ladrillos existen unas láminas de plomo que la Junta pide que se mantengan de forma provisional, durante las obras del tejado, para evitar filtraciones por la lluvia.

Reunión que mantuvieron en junio el Obispado y responsables de Urbanismo y Bomberos para analizar el expediente de la cubierta para la Catedral. / SUR

Asimismo, Cultura solicitó que se realicen ensayos sobre la composición de la piedra de muros y cornisas que vayan a recibir tratamientos con consolidantes químicos y mortero. Igualmente, apuntó que, en la fase de obra, una vez desmontada la 'piel' de ladrillos, se analice la posibilidad de establecer unos apoyos intermedios para las vigas de gran canto proyectadas sobre los pilares occidentales del crucero «con el fin de reducir las reacciones en sus extremos y repartir la carga de forma más homogénea en esa zona, no implicando necesariamente la reducción del canto de dichas vigas».

Los técnicos de Urbanismo van a verificar que el proyecto presentado se ajusta a estas indicaciones de la administración regional, que fueron aprobadas de forma mayoritaria el pasado mes de mayo en una reunión de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico.

El proyecto de tejado a dos aguas para acabar con los constantes problemas de filtraciones que padece la Catedral está presupuestado en unos diez millones de euros para los que el Obispado prevé contar con ayuda de las empresas e instituciones malagueñas. Será una cubierta a dos aguas formada por una estructura de madera laminada y acero que podrá visitarse por dentro y por fuera, y que estará terminada con tejas de cerámica vidriada en dos colores, miel y crema, para asemejarse a los tejados de la iglesia del Sagrario y del palacio episcopal.

La intervención también incluye la renovación de las cubiertas planas de las capillas laterales y de la girola, la construcción de un tejado a cuatro aguas para la sacristía, la reparación y mejora de todo el sistema de desagües –con la restauración de bajantes e incorporación de nuevas conducciones–, y también un elemento decorativo pero que vendrá a completar la imagen de la Catedral tal y como quedó dibujada en el siglo XVIII: la realización de una balaustrada en todo el perímetro de la cubierta superior de la basílica, tal y como ya existe en la fachada principal.

La cubierta está proyectada para poder ser visitada por dentro y por fuera. / SUR

La construcción del tejado para la Catedral supondrá dar continuidad a unas obras que quedaron paralizadas hace 240 años por la falta de recursos económicos, para retomarlas conforme a los planos que quedaron dibujados en el siglo XVIII. Su realización se ha estimado en unos dos años, aunque no hay que descartar que pudiera alargarse en el tiempo por los imponderables de una actuación muy delicada que estará sometida a una estricta vigilancia a lo largo de su ejecución.

No obstante, parece que puede existir margen para que llegue concluida a 2028. Ese año se cumplirán cinco siglos desde que la nueva Catedral se empezara a levantar sobre unos terrenos situados al sur de lo que fue mezquita. Hay quien ya ve en la conmemoración de este aniversario un momento propicio para reivindicar la culminación de un edificio que, conforme a sus últimos planos, adolece todavía de varias partes, aunque la más llamativa de todas es la torre sur, cuya ausencia le ha valido el apodo de 'La Manquita', con el que no están de acuerdo muchos de los actuales responsables de la diócesis.

No obstante, al margen de la torre y la cubierta que ahora se va a realizar, a la Catedral también le falta la sacristía mayor, que iba a ocupar parte de los actuales jardines hacia la calle Císter. Todos estos proyectos están incluidos en un plan director que el Obispado entregó a la Junta en 2016 y que todavía está a la espera de que pueda ser aprobado por el Gobierno andaluz.