Un paseo diferente: ¿cuáles son las ventajas de la bicicleta de bambú? - Infobae

2022-08-05 06:53:32 By : Mr. Frank Zhang

¿Una bicicleta de hierbas? Se lo podría formular así. A fin de cuentas, el bambú pertenece a la familia de las gramíneas. Dicho así, suena gracioso. Pero cuando un fabricante decide hacer la estructura de su bicicleta en bambú, lo hace porque representa ciertas ventajas. Entre otras cosas, esta materia prima renovable tiene características que impactan en la forma de andar de la bicicleta y su producción es especialmente respetuosa con el medio ambiente.  La idea de las bicicletas de bambú no es nueva. Simplemente fue desplazada por el avance del acero como material para su fabricación en el marco de la industrialización y más tarde por el aluminio. Sin embargo, la primera bicicleta de bambú se fabricó en Londres en 1894. En 2005, el estadounidense Craig Calfee volvió a usar el bambú para fabricar el cuerpo de la bicicleta. En la actualidad hay algunas empresas que apuestan por esta materia prima, entre ellas las alemanas My Boo, Pine y Faserwerk. Desde 2021, también vende bicicletas de bambú el fabricante sueco Eker. Para esta nota, se colocó bajo la lupa el modelo Stark, una bicicleta de montaña del fabricante sueco. Uso: Eker comercializa el modelo Stark como una mountainbikecross-country. Esto lo convierte en una especie de bicicleta de carrera entre las bicicletas para la montaña. El cross country (XC) es la única disciplina olímpica del ciclismo de montaña. A diferencia de las mountainbikes con suspensión completa, Stark cuenta solamente con una horquilla de suspensión y una parte trasera rígida. Esto la vuelve más deportiva. Se considera una bicicleta potente y de manejo directo. La técnica: su técnica de producción es inusual. Producir el cuadro insume unas 80 horas, de acuerdo con Stefan Krisch, cofundador de Eker, quien afirma que es "todo trabajo manual". Este comienza con la cosecha: el bambú adecuado se cosecha a mano en un bosque de Uganda y el cuadro se fabrica en la capital, Kampala. El montaje final se hace en Suecia. Para producir esta bicicleta se usa bambú y también la corteza del árbol mutuba. Para unir las cañas, se usa una resina epoxi "respetuosa con el medio ambiente", que se produce en gran parte de forma ecológica. "Cortamos la corteza en tiras y envolvemos las cañas con un patrón determinado para conseguir la máxima resistencia en todas las direcciones", dice Krisch sobre el procedimiento. Estas partes de corteza se reconocen por su tono más oscuro. "Dado que cada caño es único, es toda una exigencia fabricar las estructuras para las bicicletas con un estándar específico de calidad", señala Krisch. Cada caño es distinto. Por eso, el cuerpo de la bicicleta de prueba pesa 2.905 gramos, pero en tamaño M puede pesar entre 2.400 y 2.800 gramos. "El peso de cada cuadro depende del momento de la cosecha y otros aspectos relacionados con el bambú", indica Eker, que otorga una garantía de cinco años para el cuerpo de la bicicleta. "Gracias a la gran cantidad de fibra que contienen nuestras estructuras de bambú, no se rompen ni siquiera con un peso fuerte o un golpe directo", afirma. Y subraya, además, que este material, un producto natural, resiste muy bien el viento y los fenómenos climáticos en general. Para hacer sus bicicletas más resistentes, Eker no solo recubre el interior de las cañas, sino que también le da al cuadro cuatro capas de barniz transparente en el proceso de terminado. "Las pruebas de resistencia a la intemperie y las relacionadas con el envejecimiento en condiciones nórdicas" no arrojaron perjuicios para el material ni en verano ni en invierno, según se señala. Sin embargo, la principal ventaja frente a otros materiales para el cuadro, como el aluminio o el acero, es ecológica. De acuerdo con un informe de la Duke University en Carolina del Norte, la fabricación de una estructura de bicicleta en aluminio genera 250 kilos de dióxido de carbono, mientras que en la fabricación de una de carbono son 67 kilos. Con el bambú ocurre lo contrario: al ser una materia prima renovable, ayuda a procesar el CO2. "Según nuestros cálculos, el bambú utilizado para una Eker representa una absorción de 773 kilos de CO2 de la atmósfera", afirma el cofundador de la empresa. En cuanto a equipamiento y accesorios, la bicicleta cuenta con componentes de marcas conocidas, en este caso Sram. Los frenos de disco hidráulicos son del proveedor estadounidense. Los cambios, la manivela, el piñón y el plato (32 dientes) son de GX Eagle. El casete con piñones de 10 a 52 dientes ofrece un desarrollo del 500 por ciento, distribuido en 12 marchas. La horquilla de suspensión de 100 milímetros es de Rockshox (modelo Judy Gold RL 29"). Las ruedas de 29 pulgadas están montadas sobre ejes pasantes. La bici de prueba está equipada con neumáticos de tacos Michelin, modelo Wild Racer (29"x2,1"). Sin embargo, el equipamiento es flexible. En la web se pueden elegir componentes de hasta dos niveles superiores, lo que casi duplica el precio. Eker también acepta encargos especiales siguiendo deseos individuales. El manejo: "Nuestro marco de bambú es ligero, duradero y ofrece al usuario una buena dosis de flexibilidad, pero sin ser blando", asegura Krisch. Y es cierto: una vez montado en la bicicleta, no se tiene la sensación de que la fuerza que se hace con las piernas se desperdicia. A su vez, se trata de una bicicleta agradable de conducir: en combinación con los neumáticos anchos, absorbe muchos baches leves y ofrece un nivel de comodidad al que uno no está acostumbrado en una bicicleta rígida de aluminio convencional. En resumen: la combinación de propiedades de amortiguación, flexibilidad y rigidez es lograda. A esto se suma que se trata de una bicicleta que llama la atención: más de un transeúnte seguramente le preguntará por esta bicicleta de aspecto tan vintage.  dpa

¿Una bicicleta de hierbas? Se lo podría formular así. A fin de cuentas, el bambú pertenece a la familia de las gramíneas. Dicho así, suena gracioso. Pero cuando un fabricante decide hacer la estructura de su bicicleta en bambú, lo hace porque representa ciertas ventajas. Entre otras cosas, esta materia prima renovable tiene características que impactan en la forma de andar de la bicicleta y su producción es especialmente respetuosa con el medio ambiente. 

La idea de las bicicletas de bambú no es nueva. Simplemente fue desplazada por el avance del acero como material para su fabricación en el marco de la industrialización y más tarde por el aluminio.

Sin embargo, la primera bicicleta de bambú se fabricó en Londres en 1894. En 2005, el estadounidense Craig Calfee volvió a usar el bambú para fabricar el cuerpo de la bicicleta.

En la actualidad hay algunas empresas que apuestan por esta materia prima, entre ellas las alemanas My Boo, Pine y Faserwerk. Desde 2021, también vende bicicletas de bambú el fabricante sueco Eker. Para esta nota, se colocó bajo la lupa el modelo Stark, una bicicleta de montaña del fabricante sueco.

Uso: Eker comercializa el modelo Stark como una mountainbikecross-country. Esto lo convierte en una especie de bicicleta de carrera entre las bicicletas para la montaña. El cross country (XC) es la única disciplina olímpica del ciclismo de montaña.

A diferencia de las mountainbikes con suspensión completa, Stark cuenta solamente con una horquilla de suspensión y una parte trasera rígida. Esto la vuelve más deportiva. Se considera una bicicleta potente y de manejo directo.

La técnica: su técnica de producción es inusual. Producir el cuadro insume unas 80 horas, de acuerdo con Stefan Krisch, cofundador de Eker, quien afirma que es "todo trabajo manual". Este comienza con la cosecha: el bambú adecuado se cosecha a mano en un bosque de Uganda y el cuadro se fabrica en la capital, Kampala. El montaje final se hace en Suecia.

Para producir esta bicicleta se usa bambú y también la corteza del árbol mutuba. Para unir las cañas, se usa una resina epoxi "respetuosa con el medio ambiente", que se produce en gran parte de forma ecológica. "Cortamos la corteza en tiras y envolvemos las cañas con un patrón determinado para conseguir la máxima resistencia en todas las direcciones", dice Krisch sobre el procedimiento.

Estas partes de corteza se reconocen por su tono más oscuro. "Dado que cada caño es único, es toda una exigencia fabricar las estructuras para las bicicletas con un estándar específico de calidad", señala Krisch.

Cada caño es distinto. Por eso, el cuerpo de la bicicleta de prueba pesa 2.905 gramos, pero en tamaño M puede pesar entre 2.400 y 2.800 gramos. "El peso de cada cuadro depende del momento de la cosecha y otros aspectos relacionados con el bambú", indica Eker, que otorga una garantía de cinco años para el cuerpo de la bicicleta.

"Gracias a la gran cantidad de fibra que contienen nuestras estructuras de bambú, no se rompen ni siquiera con un peso fuerte o un golpe directo", afirma. Y subraya, además, que este material, un producto natural, resiste muy bien el viento y los fenómenos climáticos en general.

Para hacer sus bicicletas más resistentes, Eker no solo recubre el interior de las cañas, sino que también le da al cuadro cuatro capas de barniz transparente en el proceso de terminado. "Las pruebas de resistencia a la intemperie y las relacionadas con el envejecimiento en condiciones nórdicas" no arrojaron perjuicios para el material ni en verano ni en invierno, según se señala.

Sin embargo, la principal ventaja frente a otros materiales para el cuadro, como el aluminio o el acero, es ecológica. De acuerdo con un informe de la Duke University en Carolina del Norte, la fabricación de una estructura de bicicleta en aluminio genera 250 kilos de dióxido de carbono, mientras que en la fabricación de una de carbono son 67 kilos.

Con el bambú ocurre lo contrario: al ser una materia prima renovable, ayuda a procesar el CO2. "Según nuestros cálculos, el bambú utilizado para una Eker representa una absorción de 773 kilos de CO2 de la atmósfera", afirma el cofundador de la empresa.

En cuanto a equipamiento y accesorios, la bicicleta cuenta con componentes de marcas conocidas, en este caso Sram. Los frenos de disco hidráulicos son del proveedor estadounidense. Los cambios, la manivela, el piñón y el plato (32 dientes) son de GX Eagle. El casete con piñones de 10 a 52 dientes ofrece un desarrollo del 500 por ciento, distribuido en 12 marchas.

La horquilla de suspensión de 100 milímetros es de Rockshox (modelo Judy Gold RL 29"). Las ruedas de 29 pulgadas están montadas sobre ejes pasantes. La bici de prueba está equipada con neumáticos de tacos Michelin, modelo Wild Racer (29"x2,1").

Sin embargo, el equipamiento es flexible. En la web se pueden elegir componentes de hasta dos niveles superiores, lo que casi duplica el precio. Eker también acepta encargos especiales siguiendo deseos individuales.

El manejo: "Nuestro marco de bambú es ligero, duradero y ofrece al usuario una buena dosis de flexibilidad, pero sin ser blando", asegura Krisch. Y es cierto: una vez montado en la bicicleta, no se tiene la sensación de que la fuerza que se hace con las piernas se desperdicia. A su vez, se trata de una bicicleta agradable de conducir: en combinación con los neumáticos anchos, absorbe muchos baches leves y ofrece un nivel de comodidad al que uno no está acostumbrado en una bicicleta rígida de aluminio convencional.

En resumen: la combinación de propiedades de amortiguación, flexibilidad y rigidez es lograda. A esto se suma que se trata de una bicicleta que llama la atención: más de un transeúnte seguramente le preguntará por esta bicicleta de aspecto tan vintage.